"We are accidents waiting, waiting to happen" ("Somos accidentes en espera, en espera de ocurrir"), dice una canción del grupo de rock británico Radiohead. ¿Tiene algo de verdad esta frase que de entrada suena trágica? Para responder, pongamos por caso dos situaciones: una torcedura y un accidente vehicular.
Estando en casa, un domingo Juan Carlos decide podar su jardín. Es un día soleado, pero con la máquina de podar que recientemente compró apenas sudará. Le pone gasolina y la enciende. Alcanza a rebajar dos líneas de pasto, pero a la tercera vuelta no advierte un hoyo y se dobla el pie. Intenta caminar, pero el tobillo le duele y se le pone morado conforme pasan los minutos. Su esposa lo lleva al hospital y allí le inmovilizan el pie: tuvo un esguince de segundo grado. Los gastos ascienden a $ 4000.00 (que no tenía previstos) y además deberá ausentarse del trabajo por lo menos dos semanas.
Otra situación terminará por respondernos: Ana Luisa toma una mañana, su carro para dirigirse a su trabajo. Mientras conduce repasa varios pendientes en su cabeza y no advierte, al tratar de incorporarse a una vía rápida, a otro conductor que rebasa imprudentemente por la derecha. Choca. El accidente es grave: pierde la mano. Como a causa de esta pérdida orgánica no puede ya desempeñar su trabajo, su empresa termina por despedirla. Ana Luisa se angustia, pues sus padres —personas de la tercera edad— dependen económicamente de ella.
Lo que acabas de leer, muestra sólo dos situaciones, más comunes de lo que creemos, en las que en un entorno cotidiano, familiar, ocurre un accidente. A veces las consecuencias (y los gastos que implican) son leves; a veces resultan onerosos.
Las actividades cotidianas originan diversos accidentes personales, que pueden ir desde una fractura hasta la pérdida de órganos o la muerte. No necesitas desempeñar un trabajo riesgoso o practicar un deporte de peligro para estar expuesto a estos accidentes ordinarios que suceden en casa, la escuela, la oficina, el club o un simple traslado. Así que te invitamos a detenerte un momento y pensar: ¿estás preparado para situaciones así?
Como uno no suele ir por la vida cuidándose de cada golpe, tal vez tu respuesta haya sido un no. Pero ¿qué tal si hay una forma de vivir cuidándose aunque sin preocuparse por los accidentes que podamos llegar a tener? De una opción así, precisamente, queremos platicarte en este artículo: el seguro de accidentes personales o también conocido por sus siglas como AP.
Cuando nos hablan de un seguro de accidentes personales, probablemente pase por nuestra cabeza: "¿Un seguro más? Ya tengo uno de vida y también uno de gastos médicos. ¿Qué diferencia tiene con los que ya tengo?"
Un seguro de accidentes personales brinda seguridad económica ante la pérdida súbita de quien provee el sustento de la familia a un costo muy accesible. Este tipo de seguros indemniza a los beneficiarios si el asegurado fallece a causa de un accidente, o al propio asegurado si éste sufre pérdidas orgánicas o genera gastos por atención médica como consecuencia de un accidente.
A primera vista un seguro de accidentes personales y un seguro de vida parecen lo mismo, pero dos aspectos los diferencian. El primero es el costo: mientras que un seguro de vida es más costoso, uno de accidentes personales es muy accesible. El segundo aspecto que los distingue son las causas por las que ofrecen una indemnización: mientras que un seguro de vida —precisamente por su costo— contempla el riesgo de muerte por cualquier causa (incluyendo enfermedad), un seguro de accidentes sólo cubre la muerte o incapacidad del asegurado en caso de sufrir un accidente.
En función de lo anterior, da la impresión de que un seguro de accidentes personales resulta menos ventajoso que uno de vida, aunque sea más accesible. Pero esto no es del todo así, porque un seguro de accidentes personales se adapta a los requerimientos y características de cada persona.
La póliza de Seguros el Potosí, por ejemplo, incluye las siguientes coberturas con sus respectivas indemnizaciones:
Si el asegurado fallece de manera inmediata o dentro de los 90 días siguientes a consecuencia de un accidente, sus beneficiarios recibirán la cantidad correspondiente a la suma asegurada descrita en la cobertura.
En caso de que el asegurado sufra alguna pérdida orgánica a causa de algún accidente, ya sea de manera inmediata o dentro de los siguientes 90 días después de haberlo sufrido, la aseguradora pagará la proporción de la suma asegurada indicada por la cobertura.
La aseguradora reembolsará, hasta por un máximo de lo estipulado para esta cobertura, lo que pague el asegurado por concepto de gastos médicos, materiales médicos y quirúrgicos.
Si el asegurado sufre algún accidente y el médico dictamina, dentro de los siguientes 10 días, la incapacidad total o parcial del asegurado para desempeñar su actividad laboral, la aseguradora pagará una indemnización diaria estipulada en la carátula de la póliza, hasta por un máximo de 1460 días.
Si el asegurado, realizando las labores propias de su actividad laboral, sufre un accidente y presenta fractura de huesos, se pagará el porcentaje de la suma asegurada de esta cobertura de acuerdo con la tabla de indemnización de fracturas.
Aunado a lo anterior, la cobertura de un seguro de accidentes personales se puede extender a los familiares del asegurado y, adicionalmente, se puede complementar con otras coberturas y servicios de asistencia para que el asegurado experimente mayor tranquilidad.
No es poco de lo que te protege un seguro de accidentes personales, pero, para definir si es el ideal para ti, vale la pena preguntarse qué no incluye. Antes que nada, los seguros de accidentes personales no suelen cubrir enfermedades ni muerte por enfermedad. Además, algunos seguros poseen restricciones para quienes desempeñan profesiones de tipo militar, policial o de emergencias; o en casos en que el asegurado sufre un accidente bajo el efecto del alcohol o las drogas.
No todos tenemos las mismas necesidades y por eso hay variantes en los seguros de accidentes personales, pensadas para distintos estilos de vida. En Seguros El Potosí existen cuatro divisiones de este seguro que se adaptan al objetivo de diferentes personas. Hay desde los que protegen a una sola hasta los que se enfocan en personas con negocios que necesitan asegurar a sus empleados.
Este seguro ampara únicamente al titular de la póliza, quien puede añadir coberturas adicionales que lo apoyen en sus actividades diarias.
Con esta modalidad, se ampara tanto al titular de la póliza (Asegurado) como a su familia (Cónyuge e Hijos), los cuales quedan cubiertos bajo una misma póliza.
En esta modalidad, se protege a grupos de personas, quienes quedan aseguradas bajo una misma póliza. Está dirigido a una gran variedad de colectivos, como asociaciones, empleados, clubes deportivos, profesionales y personal de gobierno, entre otros.
Otorga protección a los alumnos, el personal docente y los administrativos de instituciones educativas, ante cualquier eventualidad. Este seguro puede contratarse para los niveles educativos desde preescolar hasta universidad.
El costo de estas pólizas varía dependiendo del tipo de cobertura que se necesite contratar en cada caso. El precio será uno para alguien que trabaja de forma remota y otro para un trabajador que opera con maquinaria; será de cierto monto si es para un grupo de personas dentro de una asociación, pero de uno distinto para los docentes de una escuela. A partir de las actividades diarias de cada persona se crea una evaluación con las coberturas que le beneficien y se crea el valor de la póliza según la suma total de la tabla de indemnización de posibles accidentes.
¿Recuerdas a Juan Carlos y Ana Luisa, cuyos casos te relatamos al inicio de este artículo? ¿Qué habría sucedido si hubieran tenido un seguro de accidentes personales?
Con un seguro de accidentes personales de Seguros El Potosí por parte de la empresa en la que trabaja, el cual incluye la cobertura de Reembolso de gastos médicos por $ 30 000.00 y le ampara las 24 horas, los 365 días del año, tras sufrir su accidente, a Juan Carlos le habría bastado con hacer un reporte a cabina de siniestros y acudir a uno de los hospitales de convenio señalados en su póliza. Y aunque los gastos alcanzan los $ 4000.00, Juan Carlos no tendría que realizar ningún pago, pues el seguro liquidaría el adeudo directamente con el hospital.
¿Y Ana Luisa? Si hubiera contado con una póliza de accidentes personales de Seguros El Potosí, con la cobertura de Pérdidas Orgánicas escala “A” por $ 100 000.00, habría sido indemnizada con el 50 % de la suma asegurada contratada, esto es, con $ 50 000.00
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el 80% de los accidentes se producen dentro del hogar y, de acuerdo con otros estudios, un 25% ocurre en las oficinas, por caídas provocadas por los materiales del puesto de trabajo. A esta ecuación hay que sumarle actividades físicas, deportivas y recreativas. No importa dónde trabajes o cuáles sean tus actividades, los imprevistos están a la orden del día.
De tan ordinarias que nos parecen, se nos olvida que las actividades que realizamos a lo largo del día tienen un costo en caso de un accidente. Los costos de hospitales, en general, son elevados y muchas veces no estamos preparados para desembolsar tanto dinero para sobrellevar un accidente. Sin embargo, sentir miedo por desconocer cuánto te va a costar un accidente es algo que puedes evitar con un seguro como éste.
Por eso te recomendamos que te acerques a uno de nuestros asesores y pidas una cotización para una póliza a tu medida. Qué mejor poder cuidarte sin preocupaciones por los accidentes que puedas llegar a tener.
—Seguros El Potosí