Siniestro es un término que parece augurar todo tipo de sucesos infelices, desgracias. No es casual: si bien el latín sinister, del que procede, principalmente se utilizaba para referirse a la mano izquierda, también se empleaba para anunciar algo negativo o funesto cuando, en un augurio, las aves auspiciales alzaban el vuelo hacia la izquierda.
En Halloween esta palabra nos dispone al susto e incrementa nuestros temores, y el diccionario nada hace para darnos un poco de tranquilidad. Así que, cuando nos sale al encuentro en un contrato de seguros, nos resulta de lo más normal pasarla por alto, como evitándola. Pero ¿deberíamos actuar así?
Aquí queremos convencerte de lo opuesto: darle importancia a este concepto y entender qué es, en el ámbito de los seguros, más que traerte desgracias puede convertirse en tu salvación. Si estás listo, sigue leyendo, sin miedo.
¿Qué es un siniestro?
La quinta acepción de siniestro en el Diccionario de la lengua española corresponde al significado que se le da a este término en el ámbito del derecho. Literalmente dice: "En el contrato del seguro, concreción del riesgo cubierto en dicho contrato y que determina el nacimiento de la prestación del asegurador."
Las palabras clave en esta definición son "En el contrato de seguro, concreción del riesgo cubierto", pues nos ayudan a comprender que se trata de algo especificado por dicho documento legal.
Un siniestro puede originarse por causas diferentes (robos, desastres naturales, distracciones al conducir, crisis económicas) y afectar ámbitos diversos (el hogar, el vehículo, el negocio). Sin embargo, en cualquier caso, el contrato es la condición sin la cual no puede hablarse propiamente de un siniestro. Es la piedra angular, por decirlo de algún modo. Mientras no esté estipulado en un contrato de seguro el suceso que pueda ocasionar un daño al patrimonio de un asegurado, no puede asentarse la ocurrencia de un siniestro. Si ocurrió algo estipulado allí, hay un siniestro; de lo contrario, no.
Demos un paso más para terminar de entender el sentido jurídico de este término y diferenciemos ahora el concepto de siniestro del de accidente.
¿Cuál es la diferencia entre siniestro y accidente?
Los conceptos de siniestro y accidente suelen emplearse como sinónimos, pero no lo son. Esto, por supuesto, confunde a los asegurados cuando intentan interpretar sus contratos y tener claridad sobre los incidentes que tienen cubiertos y los que no.
Existen cuatro diferencias principales entre un siniestro y un accidente:
- Mientras que un siniestro es causado por la existencia de una póliza que lo especifique (esto es, se trata de un hecho dañino o perjudicial cubierto por una póliza de seguro), el accidente puede deberse a causas múltiples aunque no estén estipuladas en una póliza.
- Los siniestros pueden ser causados intencionalmente o no, siempre y cuando estén contemplados dentro de los términos de una póliza de seguro; a diferencia de los accidentes, que son no intencionales.
- Ante un siniestro, la póliza de seguro puede dar pie a una compensación económica o a la reparación del daño, pero ante un accidente la compensación no está garantizada a menos que se establezca una responsabilidad legal.
- En tanto que el concepto de siniestro es propio del léxico jurídico para determinar una compensación económica, el término de accidente es extensivo a situaciones imprevistas varias y se utiliza en un contexto general.
Algunos ejemplos de siniestros que podrían suceder y ser cubiertos por una póliza de seguro son los siguientes:
- Cuando una casa y la mayoría de sus pertenencias son destruidas por un incendio.
- Cuando una inundación provoca destrucción en una zona residencial o comercial.
- Cuando un terremoto destroza infraestructura, edificios y bienes públicos y privados.
- Cuando un accidente de tránsito causa lesiones o daños a vehículos o propiedad ajena.
- Cuando dinero en efectivo o documentos importantes son robados.
Si un accidente o suceso califica como siniestro depende de que esté cubierto por la póliza. Por eso es fundamental revisar los términos y condiciones de un seguro antes de contratarlo; o solicitar a tu agente coberturas específicas para las que te interesa estar cubierto.
¿Qué tipos de siniestro hay?
Los siniestros se clasifican según el ámbito en que afectan. Así, los hay de vida, de hogar, de automóvil, comerciales, etcétera.
Algunos ejemplos te darán una idea de los siniestros que pueden contemplarse en cada ámbito:
- Siniestros de vida: como el fallecimiento del asegurado, que puede resultar en el pago de una suma asegurada a los beneficiarios designados.
- Siniestros de hogar: como incendios, inundaciones y daños causados por eventos climáticos como vientos fuertes, granizo, nieve, etc.
- Siniestros de automóvil: como choques de tráfico, robos o vandalismo de vehículos.
- Siniestros de responsabilidad civil: como lesiones o daños a la propiedad cuando la parte afectada es un tercero por la actividad del asegurado.
- Siniestros comerciales: como incendios, robos, destrucción de la propiedad y responsabilidad civil relacionados con la operación de un negocio.
- Siniestros de viaje: como cancelaciones de vuelos, pérdida de equipaje, enfermedades o lesiones durante un viaje.
Es amplia la gama de riesgos y de daños accidentales o intencionados que pueden asentarse como siniestros, pero lo importante, insistimos, es que estén asentados en una póliza de seguro para que califiquen como tal.
¿Cuándo ocurre un siniestro?
Todo lo anterior quizá ya deja entrever la razón por la que existen los seguros: prever los accidentes. Con un seguro uno puede anticiparse a los accidentes, sí, pero a través de la figura jurídica del siniestro. Ésta es la figura gracias a la cual procede la reclamación de un seguro.
De esta manera, un siniestro sólo ocurre si el riesgo está contemplado en un contrato y si ocasiona un daño a los bienes del asegurado. Hay, entonces, siniestros cubiertos y no cubiertos, dependiendo de si un evento está incluido o no en las coberturas de un seguro contratado.
¿Por qué es importante entender qué es un siniestro?
A modo de conclusión, podemos afirmar que entender un siniestro es esencial para estar preparado ante accidentes, daños y pérdidas diversos. Saber qué tipo de eventos están cubiertos por tu póliza de seguro es clave. Dedica unos minutos a leerla. Así, en el momento en que ocurra un accidente, discernirás cómo dar parte a tu aseguradora, qué tipo de ayuda y compensación económica debe ofrecerte tu seguro.
Cuéntanos en los comentarios si confundías ambos términos y si ahora entiendes con mayor facilidad las diferencias entre ellos.
-Seguros El Potosí